El Ribat de Monastir
Muchas ciudades de Túnez cuentan con un Ribat. Esto es una fortaleza, prácticamente una mini ciudad dentro de la urbe principal, situada habitualmente sobre la frontera con el objetivo de proteger las rutas comerciales durante la Conquista Musulmana del Magreb.
Ya hemos hablado del Ribat de Susa y de el Ribat de Lemta; hoy tendremos la oportunidad de conocer otra de estas importantes fortificaciones en Túnez: el Ribat de Monastir.
Situada sobre la costa del Mediterráneo, es el más grande y antiguo Ribat de Magreb. Fue edificado en el año 796 y en la actualidad es un monumento histórico muy preciado en Monastir.
Con nada menos que 4200 metros cuadrados, resultado de importantes obras de ampliación desarrolladas a lo largo de su historia, este ribat es hoy en día un complejo colosal que ningún viajero debería dejar de visitar.
Sus magníficas torres y bastiones de planta poligonal o circular coronan las murallas de la fortaleza. El corazón de la edificación original se caracteriza por su planta cuadrada, sus altas torres circulares en las esquinas y un patio interior que da acceso a un buen número de habitaciones.
La primera expansión del fuerte tuvo lugar en el siglo X, cuando se añadió un pabellón unido a la estructura original por un segundo patio, y una nueva edificación en la segunda planta destinada a la oración.
Más adelante, durante la dinastía Hafsid (entre los siglos XIII y XVI), se realizaron también obras para reforzar la capacidad defensiva de la fortaleza, ante las amenazas invasivas. Estas obras se extendieron también durante el reinado de Hussein II Bey, durante la primera mitad del siglo XIX. Así fue que la fortaleza fue restaurada y se mantuvo en excelente forma hasta nuestros días.
En la actualidad, y desde 1958, funciona en el primer piso del ala sur del Ribat el Museo de Artes Islámicas.
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Foto vía: SensorNets
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