El teatro de Bulla Regia
La ciudad antigua de Bulla Regia, situada en la ruta que mantenía unidas las ciudades de Cartago e Hippo Regius, es uno de los grandes vestigios arqueológicos del país. Aunque es célebre por su arquitectura doméstica (el piso subterráneo de sus casas es toda una particularidad que ha suscitado el interés de los investigadores), en el artículo de hoy queremos centrarnos en uno de los edificios civiles que jalonaban la urbe: el teatro.
Erigido bajo el mandato de los emperadores romanos Marco Aurelio y Lucio Vero, para ser más tarde reformado, se dice que su escenario acogió uno de los sermones de San Agustín condenando las tendencias al ocio y al teatro de los habitantes de Bulla Regia.
En la actualidad sus ruinas están bastante bien conservadas, sobre todo las que formaban parte de las zonas inferiores de la cavea, aunque no tienen nada que ver con el excelente estado de conservación del de Dougga. Su localización, sin embargo, es muy interesante pues se encuentra en un espacio exterior de poco relieve.
De tamaño medio, sus tres primeras filas de gradas estaban reservadas para las diversas personalidades locales y, como singularidad, son más anchas que el resto. Los pasillos, la cavea (junto con la balaustrada que separa sus dos espacios) y la escena se encuentran relativamente bien conservadas, no así el muro de esta última del que apenas ha quedado vestigio alguno, tan sólo el pavimento de “opus sectile” y un mosaico que muestra una escena de un oso y que se encontraba situado en la orquesta del teatro.
Además de todo esto, en una de las salas del edificio fueron sacadas a la luz un grupo formado por cuatro estatuas que, en nuestros días, pueden ser contempladas en el Museo Nacional del Bardo; representan a Marco Aurelio, Lucio Vero y sus esposas, Lucille y Faustina, representadas bajo la forma de la diosa romana Ceres.
Foto Vía: Cassiciaco
Categorias: Antiguas ciudades