Útica, el pasado vive en Túnez

Útica

Cuando hablamos de ruinas arqueológicas por excelencia en Túnez, a todos se nos viene a la mente, por lo general, la ciudad de Cartago o la de Dougga.

Sin embargo, Útica, situada a unos 8 kilómetros de la costa, en la desembocadura del río Medjerda, y al nordeste de Cartago (estaría situada en lo que hoy en día se correspondería con los actuales terrenos de la capital del país) también fue una villa romana prominente en su época.

Fundada por los fenicios en el 1101 a.d.C., según noticias que nos han llegado a través de Plinio el Viejo aunque hoy en día esta fecha se está poniendo en cuestionamiento, llegó a ser la capital de la provincia romana del África Proconsular entre los años 146 a.d.C. y 25, en nuestros días aún pueden contemplarse los vestigios de algunos de los que fueron sus edificios públicos, como las termas, los muelles (Útica fue, asimismo, un importante puerto), los almacenes o el anfiteatro, con una capacidad para albergar a más de 20.000 espectadores.

Su privilegiada situación le daba pie a tener bajo su dominio las fértiles tierras que la rodeaban, aunque la agricultura nunca fue el centro de su economía. De este modo, siempre vivió en independencia económica hasta que el crecimiento de Cartago y su importancia pronto consiguieron eclipsarla y acabaron por engullirla en su órbita de influencia (sin embargo, consiguió seguir siendo una ciudad rica).

Participó en numerosos conflictos, como la Guerra de los Mercenarios (en la que fue aliada de Cartago) o en la guerra civil que enfrentó a Julio César con Pompeyo (siendo incluso el punto de encuentro de los partidarios de este último tras la derrota de Farsalia).

Por último, los vándalos tomarían, finalmente, la ciudad en 439, siendo reconquistada en 534 por los bizantinos. A finales del siglo VII, los árabes acabarían por destruirla.

Foto Vía: WorldPoi

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Categorias: Antiguas ciudades



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