La hospitalaria villa de Nasrallah

Nasrallah

Este municipio al sudeste de Kairouan y a unos 50 Km. de la ciudad, fue creado en 1957. Alejado de los circuitos turísticos tradicionales, es interesante tenerlo en cuenta si disponen de un poco de tiempo después de su visita a Kairouan pues aquí sus habitantes son sencillos y hospitalarios, y se encuentran importantes yacimientos arqueológicos que interesarán al turista curioso, además de la invitación a disfrutar de lo mejor de las tradiciones tunecinas.

Los hallazgos arqueológicos revelaron la presencia humana desde los tiempos más remotos, como herramientas de piedra utilizadas para la caza y la vida cotidiana, y también los vestigios de una antiquísima ciudad, como varios cementerios en los campos bereberes de Elksour y antiguas viviendas cuya altura no supera un metro, demostrando la presencia de la tribu jadis.

La ciudad antigua se fundó sobre la villa bereber semi-nómade de Zlass, al pie del Jebel Cherahil, alrededor del año 1350. Allí se encuentra el mausoleo de Sidi Ali Nasrallah, fundador de la ciudad, en cuyo entorno se perpetúa la tradición del arte ecuestre sobre caballos árabes: Fantasía, que se celebra en el mes de septiembre.

Según la historia, Sidi Ali Nasrallah, que da su nombre a la villa, fue un hombre santo descendiente de Ali Ibn Abi Taleb, un primo del profeta Mahoma y esposo de su hija preferida, Fatma Ezzahra.

De la época romana se pueden ver las antiguas ruinas de Ichrahil, con sus mosaicos y baños alimentados por el agua que surge del corazón de la montaña. Los baños romanos fueron construidos entre los años 1500 a 1200 a.C., pero los mosaicos son de la época bizantina y también la fuente esculpida en la roca; estas aguas se utilizaban también para el riego de las regiones agrícolas. La obra hidráulica se completa con unas cisternas para controlar y acumular el agua.

Si llegan en verano, podrán disfrutar del Festival Cultural de la ciudad, que se extiende a lo largo de dos semanas; es una oportunidad excepcional de encuentro cultural y artístico, con una variedad de actividades como conciertos, teatro, proyección de películas y exposiciones artísticas, y también brinda la posibilidad de conocer el patrimonio popular a través de sus artesanías y folklore.

Si se trata de llevar algo de recuerdo a casa, pueden elegir algún objeto artesanal, entre los que se destacan las cerámicas, las filigranas de plata y las «mergoum», unas alfombras características que se pueden encontrar en varios tamaños, diseños y colores, específicas de esta área al este del Sahara y con la etiqueta de calidad de la ONAT (Oficina Nacional de la Artesanía Tunecina).  Otro lugare para visitar es la Reserva Touati, abierta al público, que cuenta con un eco-museo.

Foto: Comuna de Nasrallah

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Categorias: Kairouan



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